Del Duelo a la Catarsis: ¡publicado!

Así como lo leen. Pero les explico cómo va la cosa:

Hace al rededor de un par de años decidí que quería publicar una serie de escritos, entonces aún sin terminar. La decisión la tomé después de que me dió varias veces vueltas en la cabeza la idea de que un escritor no necesita publicar para ser bueno o para que su obra valga la pena (¡vaya palabras!). Sin embargo, meses después, cuando me encontraba enfrascado en la redacción de estos escritos es que decido publicarlos, sólo que, de maneras más artesanal e íntima, es decir, algunos cuantos ejemplares para mis amigos. No obstante, por una u otra razón el proceso se fue retrasando hasta que, en algún momento quedó olvidado.

También recuerdo que, a la par de esta serie de escritos nuevos, me dispuse a trabajar -por así decirlo- un bonche de manuscritos (literalmente), relatos y reflexiones que tenía guardados entre los cajones del escritorio o perdidos en algún cuaderno para poder mejorarlos estéticamente, pero recordando con un poco de nostalgia su intensión original. Ello me permitió aprender bastante y asentar, al mismo tiempo, el estilo y mis intensiones en cuanto al oficio de escritor, que es parte ya de quién soy y quién seré, independientemente de cuestiones fuera de mi persona: si a alguien le gusta lo que escribo, ¡genial! si no, no importa. Posiblemente decir que escribo por el simple hecho de escribir, es mentir a medias...

Algo que tengo muy presente es el día en que decidí el título con que llamaría la obra que hoy comparto: fue un jueves 14 de octubre del 2004, a media noche... a media calle también. Caí en cuenta de repente del proceso en que me encontraba, ello no me sacó mágicamente del Duelo que aún vivía, pero me posibilitó ser consciente del proceso hacia la Catarsis en que me encontraba, pudiendo dejar constancia de ello en las letras de lo que hoy les muestro.

El libro que publico hoy (para su descarga) está conformado por escritos previos a este proceso que les relato, algunos que ya tienen entre 5 y 6 años, mientras que lo más reciente contenido en el libro es, hasta donde recuerdo, aquel cuento con el que gané el primer lugar en "Nuevos Valores Universitarios" en el 2005: "Remordimientos". Y, además de lo anterior, el libro inlcuye el conjunto de escritos que me encontraba redactando entonces y que son los que, finalmente, dan título al libro.

Para que puedan descargar el libro y conocer un poco más de información al respecto, se ha creado ésta página: http://duelo-catarsis.bloguen.com gracias a la ayuda de Mikel Tripulante quien, además de brindar el espacio, me guió en la configuración del sitio.

He de mencionar desde aquí que la intensión de este libro es ser leído. Por ello decidí, después de pensarlo mucho -demasiado-, dejarlo con una licencia Creative Commons; además de que el libro se encuentra en dos formatos para su descarga: en PDF con un diseño completo y amigable para su lectura en computadora, además de una versión en Word para que pueda ser impreso si alguien decide leerlo directamente en papel.

Por el momento los dejo con la invitación a que le den una hojeada y decidan si les gusta o no. Sus comentarios, tanto aquí como allá, son totalmente bienvenidos :)

Comentarios

Raven Darkmoon dijo…
Ya baje las 2 versiones pero creo que lo imprimire. Nomas termino de leer un cuento de Sartre y sigue lo tuyo xDD

Personalmente creo que es una excelente idea para que los nuevos lectores del blog (ahi ando yo xD) podamos ver mas de tu material

tmb entrare en catarsis? espero que si

Saludos!
Cierto, tienes razón con lo que mencionas: es una buena forma de que conozcan no solo algo más de lo que escribo, sino mucho de lo que he escrito y no aparece en el blog :D

No se si vayas a entrar en catarsis, pero es más recomendable una catarsis liberadora que un duelo; te lo digo por experiencia.

Gracias por tus comentarios y espero que te guste el libro y, claro está, que compartas tus impresiones :)
Orizschna dijo…
Gracias por subirlo a la red, se te agradece.
Como te comente por alla, he leido unas 20 paginas, y no se, tengo poco que decir hasta el momento salvo que es algo muy intrinseco y liberador.
Un beso Eduardo, ya te comentare definitivamente cuando lo termine.

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