Cuando desperté ... [RE-actualizado]

El relato que aquí pueden leer aparecerá publicado el próximo domingo 25 de febrero en el suplemento escenario [cine + cultura] de La Voz de la Frontera. Aprovecho para decirles que los Britneyks estaremos publicando en éste espacio con frecuencia, así que ya saben: los blogs no sustituyen a los medios impresos, tan sólo los complementan (y, claro está, ayudan a su renovación). Entonces, leed::
------------

("Barullo", a partir de "Into the Fray" de kappuru)


Cuando desperté, vi todo un poco confuso y algo borroso, entonces esperé un segundo para tomar consciencia del día en que estaba. Me decidí por levantarme y caminar por el techo de mi casa, salir por la ventana y ver el sol que se estaba marchando, del cual sólo quedaba la sombra –que es en realidad un resplandor en el horizonte–. Me quedé esperando un poco más para dejar que se fuera por completo, para ver lo que quedaba del atardecer y ver cómo se iban asomando una a una las estrellas en el cielo oscurecido.

Ya que el cielo estaba más firme, es decir, que se encontraba endurecido por un negro intenso que lo recubría, opté por emprender una tranquila caminata a través de él. Seguía un sendero errante, esquivando las nubes al cruzar entre ellas, porque éstas son como charcos y mis pies descalzos son sensibles al frío de la noche. También de vez en vez pateaba una estrella, como cualesquier piedra con la que me hubiese topado antes, sólo que éstas no se iban muy lejos y, al moverse, con frecuencia arrastraban a otras consigo.

Luego de caminar un tramo considerable, llegué hasta donde se encontraba la luna, rodeada en su mayor parte por una gran nube que hacía las veces de laguna, para la cual la luna vendría siendo un pequeño arrecife contra el que chocaban algunas gotas de noche que me humedecían mientras yo permanecía recostado en ella, descansando y admirando el mundo, iluminado en sus ciudades. Veía cómo se prendían y apagaban luces allá abajo, veía cómo, poco a poco, al hacerse un poco más tarde, se iban quedando más a oscuras. De música de fondo se escuchaba un poco de Los Doors, Raiders on the storm para ser más precisos; luego, The End.

Tras estar ahí un tiempo, me incorporé para tomar algunas estrellas, arrancarlas de las otras a las que estaban enlazadas, y jugar a chocar unas con otras, a producir pequeños destellos para iluminar los instantes. Esos destellos provocaban que la luna brillara intensamente, aunque se apagara de inmediato. Ya que algunas se encendían, las arrojaba lo más lejos de mí para que se fueran apagando en el trayecto y, así, iluminarle el rostro a alguien allá abajo haciéndole creer que un deseo le seria cumplido. Bueno, en realidad no se si esos deseos se cumplan o no, ¿qué se yo de esas cosas? sólo sé que algunos astrónomos se habrán sorprendido de ver una lluvia de estrellas que nadie esperaba. Quisiera haber visto sus rostros.

Ya era tarde, pronto saldría el sol y me estaba dando sueño, pero como mi casa estaba algo lejos, decidí recostarme ahí mismo, junto a la luna, para dormir cerca de su calor y no pasar fríos. Lentamente, fui cerrando los ojos perdiéndome en el ensueño.

»»»»»»--......--««««««

Estando ahí, soñé que abría mis ojos en un lugar bastante raro, en el que no había estrellas, en el que no se escuchaba nada más allá que la gente haciendo barullo con sus vidas cotidianas, y en el que no se podía caminar por el techo ni en el cielo: un lugar que te obligaba a cerrar un poco los ojos, que te obligaba a caminar con los pies en la tierra, que, en fin, te obligaba a despertar a una realidad en la que postergabas las cosas que querías hacer. Después de pasar todo el sueño así, sin idea de qué estaba pasando, haciendo cosas que no tenían sentido: al ver que el sol se estaba metiendo, recuerdo ir corriendo hasta mi habitación para encerrarme –con la ventana abierta– y esperar a que todo acabara. Poco a poco, preocupado y temeroso de que esto se pudiera extender más tiempo, voy perdiendo la consciencia de mí mismo.

»»»»»»--......--««««««

Cuando desperté, volví a respirar, inhalé aire como si me faltara oxigenarme desde hace mucho y, sin esperar más, salté de la cama para ver si todo seguía igual a como lo recordaba. Sentí un poco de miedo al principio, pero resolví dar el primer paso sobre el techo para ver si algo pasaba, luego el segundo para darme tranquilidad, y los sucesivos pasos fueron para continuar viviendo.

Eduardo Perezchica

13 y 14 de julio de 2005

Comentarios

Orizschna dijo…
Me encanta como escribes.
Saludos, continuare leyendo tu blog
Gracias por leerme y por tus visitas.
Y aún más por el comentario (que no sea el primero eh :p)

Nos estamos leyendo. bye
Anónimo dijo…
¿Será posible que solo en sueños seamos libres? ¿Y que sean estos mismos necesarios para vivir?

Hoy por hoy, ya no creo mucho en los sueños; creo mas bien en los planes... alguna vez alguien me dijo que los planes nacen de los sueños... pero ya no sé que tan cierto sea.

Vaya que me gustá mucho este escrito. Muy mágico... Muy Suyo.

Saludos nuevamente jackesito espero que la este pasando bien...

Desde Colombia,
Bigollo.
No, no lo creo Bigollo, te aseguro que no sólo en los sueños se puede vivir libre. También Despierto se puede ser libre. Sin embargo, Despertar es el paso trascendental hacia encontrarnos con nosotros mismos y poder ser conscientes de la realidad, y movernos, libremente, a través de ella.

[[ay! pero qué filosófico, ya parezco Carlos Cuauhtémoc Sánchez!!!]]

Me alegra mucho que te gustara éste escrito. Luego publico con más frecuencia: ando -nuevamente- en una etapa de mutismo. Pero también se disfrutan.

Nos vemos.
Mario Bogarín dijo…
Tú siempre eres filosófico!!!... y ya sabes que me tienes a tu disposición. El Monchie está muy animado por la perspectiva de nuestras lecturas: está además la propuesta de una lectura en La Casa de la Tía Tina, ¿qué tal?, finalmente se nos hizo, propón una fecha y nos comunicamos con aquella gente para programar algo y, por cierto, cómo va el asunto de las lecturas en el parque de los hippies?, ¿y en el CEART?, porque suena más que interesante.

Estamos en contacto, amigo. Ciaíto.

Entradas populares