Los mundos en que he vivido

Hoy hablaré de los diversos mundos
en que he estado viviendo últimamente.


Primero está la realidad, tal cual es, la objetivamente percibida y que es, hasta donde yo se, compartida con un determinado número de personas; ese mundo en el que puedo ubicar a mis familiares, a los amigos y compañeros con los que convivo más frecuentemente y, claro está, la escuela, el trabajo y todas aquellas actividades que se derivan directamente de éstas: ésta es el primer mundo en el que vivo, el más natural, el común, la vida diaria.

Además de ésta realidad que acabo de mencionar, existe otro en mí, uno que se va y regresa y se posa frente a mí para hablarme de posibilidades (filias y fobias). Este mundo gusta de presentarse en mi consciencia y hacerse latente hasta el punto en que distrae a otros mundos dentro de mí, haciéndolos girar en derredor suyo. Gusta de andar por aquí en las ocasiones en que me siento ilusionado o des-ilusianado por algún aspecto de la vida que empieza a mostrarse favorecedor o des-favorecedor ante mis ojos (los del alma, claro está).

Este otro mundo es frecuente pero, también, es fácil de evadir cuando realmente me lo propongo y alcanzo a ver dentro de todas las señales que me manda, aquellas que son reales, en el sentido de la realidad entendida como aquello palapable y posible (sin remitirme a filosofar en el si estoy o me hago), sobre todo cuando es posible con el hecho de que yo quiera que así lo sea y dé ése paso... aunque muchas veces al dar los pasos, hay alguien más que también camina, ha tomado la decisión antes de nosotros y borra, sin querer, el sendero que uno pretendía seguir. Resulta pues, que a veces la realidad es desmoronada por otra realidad alterna a mí, independiente de mí. Por ello hablo de que, en mis mundos, todo se afecta y es afectado, para acabarle de amolar, por otros mundos. Todo ello indica, una vez más, que el Big Bang no ha parado de hacerse sentir y, aunque lo obviemos y olvidemos, sigue teniendo repercusiones en nuestras vidas. Nuestros mundos y realidades no son otra cosa más que partículas diminutas que siguen viajando, chocando unas contra otras, en ocasiones uniéndose y formando terruños verdes en los que se da la vida... pero al fin y al cabo la vida no es más, les digo, que una partícula de otro Big Bang, en otro espacio de consciencia, en el que seguirán chocando las partículas hasta el infinito. Tenemos tan sólo la oportunidad de ser conscientes de ello y mover nuestras partículas hasta el lugar y momento que queramos, moveremos y chocaremos a otras partículas en el camino, pero más vale así: importa más ser una partícula que se mueve hacia un algo y llega o no, pues sería muy triste que todas nuestras partículas fueran tan sólo un receptáculo de golpes y movimientos sin orden ni sentido. El Big Bang continúa...

Todo lo anterior es demasiado complicado para definir lo que quiero mencionar tan sólo como el mundo de mis filias y mis fobias mentales (más no reales, al 100 por ciento).

Por otra parte, recientemente se ha potencializado en mí un tercer mundo, uno que no es nuevo pero que se ha dejado sentir últimamente de forma revitalizada: el mundo mágico de las letras (escribirlas, leerlas o exteriorizarlas). Significativamente éste mundo se ha poblado, tan velozmente, de historias construidas en pasos propias, otras más descubiertas en libros inesperados que asaltan un hambre ávida -inexplicablemente- por devorar páginas y páginas... también se han presentado espacios donde he tenido la oportunidad de compartir y expresar frutos anteriores de éste mundo, para con un mundo de gentes conocidos y desconocidos... Finalmente no busco en primer orden más nada que aquello que mi guía (Sabines) buscaba a su vez: comunicarse y conectarse con el resto de los humanos a través de la develación de su historia personal, humana en toda instancia. Aspiro a un poco de ello. Éste mundo se fortalece, pero, con ésta tenaz característica, a veces siento también la fragilidad que un golpe certero puede develar. Son gajes del oficio.

Éstos son los mundos percibidos recientemente y hasta ahora... algún día hare inventario nuevamente, pero, por lo pronto ésta develación termina con el siguiente punto final.

Comentarios

Entradas populares