Antes de que empiecen los rumores...

Antes de que empiecen los rumores, he aquí la foto que ha causado furor entre toda la gente que ve, temerosamente, que el futuro viril de nuestra raza se va perdiendo al encontrar al especimen mejor preparado para ello en esta foto tan comprometedora.

Pero, siendo más sinceros, quitándole los cojines de colores, he aquí un buen momento:
Yo
+ café Ático (sí, el de la presentación de la otra vez a la que no fueron)
+ Buenos amigos (no todos)
+ un frapuccino de "Sueño de una noche de verano" (buenísimo: moka, amareto, cereza)
+ una buena sesión (prometedora)
+ un poquito de esperanzas (representadas por ese cojín negro de bolitas blancas al cual abrazo y me aferro fervientemente como... -entendieron el punto-)
+ un momento de respiro (de todo).

El caso es que, si bien no fue la gran cantidad de gente, se llenó por un momento (es demasiado pequeño este café, así que pa la próxima elegiremos mejor el lugar). Fue una lectura buena, con cosas muy buenas: Los cuentos tan meticulosamente buenos de Mario Bogarín; mi simple presencia; la -larga- presentación poético-mágico-musical de Clamor; la poesía irreverente de Carlos Quintero (alias el Twiggy); y, finalmente, pero no al último (es que fueron dos rondas de lectura, jijiji) el Monchie y su Mermalade Poetry (no hay mejor definición para ella, bueno, yo alguna vez le dije que escribía como si hiciera pretzels, oesease, de esas galletitas que saben X al principio pero que se vuelven adictivas).

Y, así, más que menos, sucedió la noche. Espero y, al menos Mario, escriba su propia versión de los hechos un día de estos.

Por lo pronto me despido y espero que se vuelva a repetir ésta experiencia, que para la otra sea mejor preparada o, más bien dicho, que tengamos la oportunidad de prepararla más a detalle. Espero y que pa la otra nos puedan acompañar.

Espero y vuelvan más seguido por éste, su humilde blog.

Nos vemos.

El jackesito.