Gotas de lluvia…


Corren, como gotas de lluvia

en la amplia ventana

de un cuarto a oscuras

desde el que se ve

–iluminada de neón–

la ciudad de noche.

Así corren tus lágrimas

desde tus ojos,

por tus mejillas,

terminando

–como todo–

humedeciendo las grietas de la tierra.

La luz de la ciudad no te preocupa

–es más, te resguarda–,

ellos no pueden ver

lo que sucede allá adentro,

no pueden ver que yace la inconsciencia,

ni quién yace en la inconsciencia.

Mientras,

por fuera la habitación

–al parecer de adobe–

se deshace lentamente con la lluvia,

y la sal

lentamente

la carcome.

La lluvia va y viene,

se detiene para soltarse de nuevo.

Las nubes se aglomeran

para desprenderse

de lo negro que hay en ellas,

para quedar tan blancas y tan dispersas

hasta desvanecerse.

¿Para qué apagar la luz?

dime,

¿para no ver los retratos que cuelgan de la pared?

¿para qué apagarla?

no entiendo,

y tampoco entiendo

para qué arrancarlo todo

¿para qué dejar vacíos en la pared

y tirar imágenes que andarán rondando el mundo?

tarde o temprano

te las toparás de nuevo.


§--- Eduardo Perezchica ---§

Comentarios

Anónimo dijo…
Y si LLore Sonso......TE lo Dije!...ME imAgino TU triSteza Y la de Ella Y pUEs Si me LLEgo PEro COMo dices Tu Se a KIEn va DirigiDa Y porke!!! BEsos Ciao! Talento ToTal! ji

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