Empiezan las bendiciones...
¡¡Bendita escuela!!, ya extrañaba las desveladas y el sabor del café quemando la lengua. Ya extrañaba sorprenderme de mí mismo al darme cuenta de todo aquello de lo que puedo sorprenderme. Extrañaba a mis amigas y amigos. Extrañaba ese ambiente que a fin de semestre me parecerá agobiante (aunque no necesariamente).
Me extrañaba a mí mismo. En vacaciones uno puede perder consciencia de todo, incluso de aquello que orienta nuestra vida, dentro y fuera de la escuela. Es grato recobrar la consciencia de lo que viene; tanto como fue grato hacer consciencia de lo que hay más allá de los pasillos de mi hermosa Facultad de Ciencias Humanas.
Hasta pronto...
Me extrañaba a mí mismo. En vacaciones uno puede perder consciencia de todo, incluso de aquello que orienta nuestra vida, dentro y fuera de la escuela. Es grato recobrar la consciencia de lo que viene; tanto como fue grato hacer consciencia de lo que hay más allá de los pasillos de mi hermosa Facultad de Ciencias Humanas.
Hasta pronto...
Comentarios