La ociosidad es la madre de todos los vicios

Y dicen que, como madre sólo hay una, pues hay que respetarla.
Y así han sido estos últimos días en mi vida, desde el lunes pa acá, una ociosidad salpicada de intensiones de ser derrotada, y que, en vista de lo fuerte que se vuelven los vicios como el internet, ha sido vencida por lo pronto.
Productivo en estos días= nada, si acaso leer unos cuentos de Guy de Maupassant, ver dos buenas películas (el Octavo Día; Réquiém por un Sueño). Fuera de eso, creo que no hay mucho.
Ya extraño la escuela, extraño hacer lo que sea. Es sólo que no me pongo a hacer nada.
¿Escribir? Bueno, es algo que se da por sí solo, como el sábado y el domingo, es algo que no se busca, pero que se encuentra.
¿Leer? No siempre estoy de humor, aunque no sé qué clase de humor se necesite para leer... en fin.
Espero y lo que me queda de vacaciones, de la parte cruel de las vaciones, o sea ésta, sea mejor, más productiva. ¡Ya estuvo bueno de días tirados a la basura!
Luego les pondré al tanto de el recuento de los daños.
See ya!!!!
Hasta pronto.

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